Este es un artículo de invitado de EMG – Educations Media Group, compañía cuyo objetivo consiste en inspirar y empoderar a las nuevas generaciones de estudiantes para dar forma a su futuro mediante programas de formación en universidades de todo el mundo.
El inicio de la mayoría de las carreras profesionales empieza en la universidad. La cantidad de solicitudes de acceso que reciben los centros de educación superior está aumentando debido al interés de jóvenes y ciudadanos de todas las edades que quieren acceder al sistema universitario.
Aun así, esta evolución ha supuesto un aumento de la competencia por captar a los mejores alumnos, por lo que las universidades tienen que afrontar varios retos para atraer a sus futuros estudiantes y convencerles para que soliciten un puesto en sus aulas.
Esta situación está totalmente influenciada por un cambio de tendencias en el comportamiento de los estudiantes durante el proceso de solicitud de acceso a educación superior. Este hecho, sumado a los cambios impulsados por la transformación digital, amenaza la estabilidad de las universidades y el control sobre este proceso que han vivido durante las últimas décadas.
La necesidad de reconocer el estado de la situación actual del sector y las tendencias más recientes es clave para conseguir adaptarse. Un estudio llevado a cabo por educations.es y educations.com aporta datos recogidos a través de una encuesta realizada a 20.000 estudiantes de todo el mundo.
La investigación analiza los factores que más influyen en la decisión de los estudiante e indica la dirección en la que las universidades deben adaptar sus estrategias. En este sentido, el marketing digital se ha convertido en una herramienta clave para tener éxito en este campo.
Personalización de contenidos e información
Durante las últimas décadas las universidades han visto cómodamente como la reputación era uno de los principales atractivos para recibir solicitudes a sus cursos. La relevancia de los rankings educativos sigue estando vigente, aunque el impacto que tiene ha disminuido considerablemente.
Los estudiantes ya no se guían tanto por este aspecto para solicitar un programa y una universidad en concreto. En cambio, su principal motivación para acceder a educación superior es la de formarse en aquello que les apasiona, en temas marcados por sus gustos e intereses personales. Esta motivación se puede considerar como vocacional, pero está muy marcada por los motivos individuales, lo que dificulta el alcance de las universidades a grupos tan heterogéneos con características tan diversas.
Este cambio de tendencia sitúa a los estudiantes en el centro de las estrategias de captación. Así, las universidades no pueden confiar en los efectos de su reputación para conseguir el número de solicitudes al que aspiran. En su lugar, los esfuerzos para llegar a los futuros estudiantes deben estar alineados con sus intereses personales.
Esto se debe al tipo de información más influyente en el proceso de solicitud de programas. El estudio indica que el contenido que más impacto tiene en la decisión de los solicitantes es aquel que describe con detalle el contenido de los cursos. Un 26% de los estudiantes que participaron en el estudio reconoce que la información relacionada con aspectos específicos de los programas es la que tuvo más efecto en su decisión. En la misma línea, un 15% indica que un plan de estudios detallado es lo que más les ayudó a decantarse por un programa u otro.
La irrupción del marketing educativo en el mundo digital
Ante esta situación, el desarrollo de contenido personalizado que se ajuste a los intereses de los estudiantes pasa a ser clave para atraer a los alumnos adecuados. Este tipo de estrategias responde al cambio de tendencia en las motivaciones de los futuros estudiantes y se adapta al escenario digital en el que tiene lugar la interacción entre estos y las instituciones universitarias.
La primera toma de contacto entre universidades y estudiantes se produce a través de internet. Un 70% de los potenciales alumnos descubre los centros y sus programas a través de búsquedas en Google. En este sentido, el 72% de estos utiliza las redes sociales para adquirir información sobre el proceso de solicitud y selección.
Tradicionalmente, las ferias de estudiantes han sido la principal fuente de captación de estudiantes. En estos eventos las universidades y los interesados en sus programas tenían la oportunidad de interactuar físicamente, consiguiendo así un gran impacto. A pesar del cambio de escenario, el estudio indica que las universidades perciben este canal como el segundo más importante en la captación de estudiantes.
La comunicación, la segunda clave en el proceso
En cualquiera de los canales utilizados, la comunicación es uno de los factores más relevante en el proceso. Los futuros estudiantes han establecido unas exigencias muy elevadas. Respecto a la alta interacción que tienen lugar en redes sociales, gran parte de esta la inician los estudiantes para resolver cuestiones y problemas.
En este aspecto, un 80% de estos espera una respuesta por parte de la universidad en menos de una semana, pero más de la mitad quiere que sus problemas se hayan resuelto en menos de un día.
Este exigente escenario caracterizado por la necesidad de personalización de las estrategias ha favorecido el desarrollo del marketing educativo adaptado a la situación y al cambio de tendencias con estrategias digitales.
Una herramienta necesaria para atajar estos cambios y superar los retos a los que se enfrentan las universidades para atraer a los mejores alumnos.